Vacíate de expectativas
Vacíate de deseo, de expectativas.
Tal vez necesites un expectorante atípico,
fabricado en el momento,
en ese lugar en el que escuchas los pájaros sin tormento
donde comprendes ya el olor a tierra húmeda
-y en el paladar, un recuerdo de eternidad-
que palpas con tus yemas la suave porosidad de los cantos rodados,
que percibes el espacio pentadimensional en el que respiras… ahí, mientras los sentidos te anclan a la vida plena, sin esperar nada, sin las expectativas del paso del tiempo…
Mente atenta, serena.
Corazón caliente, vivo.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 16/11/2017