Vacío
Llega un momento en el que es necesario dejar que todo se marche, en todas direcciones, como los fuegos de artificio, que de la nada salen disparados, brillan fugazmente y desaparecen finalmente, tras los estruendos en la noche y el olor a pólvora quemada.
Después,… el silencio…
Así también en la vida, grabando en la retina esa experiencia para dejarla a continuación que parta, dándole las gracias.
Y ahí termina todo. Y todo comienza nuevamente, como el respirar o pestañear los fotogramas de cada película, con un principio y un final…
Disfrutar, grabar a fuego y rescatar la vivencia en nuestro interior, para que la búsqueda y el reencuentro del hombre consigo mismo tenga sentido, para ir llenando el puzle de nuestra vida…
Desde el vacío eterno… una y otra vez, con total naturalidad… independientemente del lugar o el estado emocional en el que nos encontremos en el flash del tiempo…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 20/12/2017