En Oro
Y a flor de piel el jardín esparcía su aroma.
Sin la calidez que arrebata al cielo, sin el cuerpo vestido de sentimiento.
En esos días con sus noches que cantan al amanecer anocheciendo en flores a punto de abrirse…
Como esencia de ensueño que impulsa el único recuerdo, puro…
Cuando aflora…
Mientras siente…
Retazos de una vida hilada en oro, cromatismo de colores iluminados por el sol, ya de la mañana.
La vida.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 21/05/2019