¡Apreséntate!
No hay un día que pase sin pensar en ti-teres sin cabeza…
Marionetas a las que reprogramar para recuperar su vital razón de actuar, a pulso de emociones, la vida misma.
No hay futuro, droga que altera el momento y que, a futuro, genera tormento.
¿Para qué atormentarse, si no hay propósito alguno…?
¿¡Qué te aporta afuturizarte!? Mejor… apresentarte.
Y así ganarte un asiento para descansar del día.
O perderte en el Khan El-Khalili por haber olvidado el reloj, ganando la vida.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 11/01/2018.