Sol-edad
Me pregunto cuál será la edad del Sol.
Si es que el Sol tiene edad.
No sé. Es un querer fundirte con aquel astro que te quema el pecho cuando lo miras de frente,
cuando, bravucón, te enfrentas
inocentemente,
con el corazón,
al poder de Helios,
que funde todo y lo sublima en Amor licuado.
¿Quién puede soportarlo?
¿Alguien, más allá de las edades, que brillara con la misma intensidad?
Cuentan que la amada del Sol no pudo asimilarlo y colapsó…
Desde entonces…
Alguien vive para los demás,…
iluminando,
por un recuerdo…
en Soledad…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 01/03/2018