Luces y candelas
Soy la luz que ilumina el mundo.
También la llama de quinqué que apagas cada noche,
aliento en tu ternura.
A la luz de la candela,
de la canción que tarareas cuando se hace el silencio…
Baile de yemas sensibles que susurran en el aire,
repleto de colores, abiertos en abanico.
Juego de sonrisas,
calor en el pecho
que funde el instante,
en un solo parpadeo…
cuando el sol de luna aparece ahí, sereno…
mirándonos en su regazo adormecedor,
entre mimos y estrellas…
Mientras tanto, sin que me dé cuenta,
vas matizando las luces hasta quedarnos ya a oscuras.
Buenas noches,
Lucero del Alba.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 09/03/2018