En-granando

A veces las velas giran, y crujen sobre el mástil que ata tempestades en pos de reconducir el orden diáfano de la calma.
En silencio.
Engranajes rotando al ritmo, en su giro bien lubricado. Cuatro, para ser más precisos… y auténticos.
En-granando de color en las manos que abiertas respiran el universo espacial en su movimiento, en sus chispas, en su volumen etéreo que no toca… Sólo percibe. Sólo siente.
Cuatro que permiten al viento sintonizar en la danza sus susurros melódicos, sugerentes. A punto.
Descubrir. Dilucidar. Cantar al recuerdo vivido hecho hábito, expresado al ritmo de los tambores.
En el aire moviéndose dulcemente la luz de la tarde y el gozo de mediodía. Siempre alerta, anhelante. Y feliz.
En-granando bajo los ojos cerrados… En el alma…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 19/03/2019.