Claro-oscuro
Claro es tu pelo
Oscuros tus ojos…
¿O tal vez… enrevesados los recuerdos sensoriales te escucho cuando te veo… O quizás te veo mientras tu voz melodiosa me susurra un cuento de historias venideras…?
Confundidos los sentidos cuando se trata de abarcarte, de explicarse todo tú, de nombrar cada uno de los colores que te describen y que no son suficientes con un millón de arcoiris para atisbar ni siquiera un filito de rayo de luz que se escapa por el rabillo de tus ojos entreabiertos, conscientes, a posta.
Me arrancaría los ojos, solo por acallarlos y fundirlos en el corazón, para poder recorrerte sutilmente, con ternura, y encontrarte siempre al tocar las cuencas de mis ojos, calcinados en tu pureza, fuera del tiempo que conocemos.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 02/01/2018.