Y el tiempo pasa
el aroma del momento permanece.
Y es que la juventud da paso a otras edades cercanas en las que en todas ellas se siembra y recoge:
Desde una simple inspiración
hasta aquellas situaciones elaboradas por el imprevisible destino.
Aunque los meses pasen
el aroma del momento permanece.
Y es que, como las estaciones recuerdan el ciclo de la vida,
así tus ojos me reflejan el verano, invierno, otoño. Primavera del Alma.
Aunque las semanas pasen
el aroma del momento permanece.
Y puedes, si quieres, planificar con mimo y dedicación cada una de tus próximas palpitaciones.
Sí, puedes. La vida también lo necesita.
Aunque los días pasen
el aroma del momento permanece.
Atesorando esas experiencias vitales intensamente disfrutadas.
Recordadas nítidamente en tus células, Escribas del Alma.
Aunque las horas pasen
el aroma del momento permanece.
Es precioso parar y recordar su perfume… vital… presente.
Aunque los momentos ocurran
el aroma del momento permanece. Vivo.
Es así como la madurez recuerda la muerte y sonríe,
aprovechando cada regalo, cada soplo de vida.
Eterno momento. En primera persona.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 18/09/2019.