Furia
Incontinentes torrentes, estallidos sin fricción.
¿Recuerdas? Palabras deshechas en el límite del aliento.
Sed de destrucción, en las lágrimas de ojos viperinos, clamando silenciosas la justicia del guerrero desterrado.
¡A mí, la guardia!
A mí, en el lecho vacío, de sueños naufragados.
A mí, guerreros del alba, que me sostenéis sobre vuestro escudo, avanzando como el rayo hacia el Edge of Millennials…
Incontinente calma.
Sed serena.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 24/09/2017