Espejismos
A veces te veo, otras veces no.
Espejismos de ti
Espejismos en ti, en mí.
Así la rosa del desierto florece, así se recoge en sí misma cuando la vida retrocede y se oculta al tiempo, ciclos de vida en sí mismos.
Perfume de Eternidad.
Aquellas arenas jordanas sintieron nuestras pisadas, descalzos y de la mano, al atardecer.
Bajo el manto estrellado arropamos nuestro calor… corazones encendidos, entre las palmas de nuestras manos receptivas.
Mundos paralelos,
vida bella, viva en tus pupilas, desaparecida del tiempo, de la faz de la tierra, pues la vida no pertenece a estos dominios, sino a otros confines.
Y escuchando el crepitar del fuego nocturno, despertamos en un sueño.
Y la Realidad nos llevó, cálidamente, siguiendo el canto del ruiseñor de la mañana, que nos llamaba dulcemente, con ese trino atemporal que nos propulsaba y lanzó fuera del tiempo, muy adentro.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 29/10/2017