Calmar
Cal y arena… dos patrones de la misma medida que forjan raíces,
templan templando.
Calamar, cala en la mar tinta de tus versos nunca escritos,
náufrago a la deriva,
palabras desterradas… que regresan lentamente a mi encuentro, sereno, recogiendo las manchas, dándoles forma, recibiéndolas de nuevo en su hogar, tintero de expresión vital renacido…
Cal de mar,
mar de cal, rociada por la lluvia fina del Sáhara cuando los sueños vívidos nutren el alma,
mar de calas, esbeltos sus tallos y delicadezas pasajeras que congelan el tiempo… en un suspiro… gozo temporal…
Me apacigua el alma…
Calmar…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 09/10/2017