Paz interior
Hay etapas en la vida en la que uno se apercibe de que ciertos muros -infranqueables hasta entonces- y sin saber cómo, ni nada más, desaparecen…
Nuevos horizontes se abren entonces delante. Y sólo cabe la gratitud infinita por ser receptores de ese regalo vital.
Tan sólo ir observando, sintiendo, reafinando poco a poco cada parcela de la vida personal que lo necesita; dejar y sentir íntimamente que esos pequeños reajustes que tocan todo lo que sea necesario, nos aportan sosiego y certeza.
Todo ese pequeño/gran fluir que nos va haciendo estar en Paz interior…
Ese tesoro inefable y etéreo que pulula por ahí…
pero cuando sentimos que se instala dentro… no hay palabras…
Sólo una suave y cálida brisa que nos mece… Nada más…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 13/06/2022
Precioso
Echaba en falta tus palabras. La musica no me llenaba del todo. Más, por favor.