Hay un lugar
Hay un lugar en el que no existen idas ni venidas.
Ni partidas ni reencuentros.
Donde las emociones imantadas no duelen al separarse los seres queridos, ni los abrazos recobran vida, alegría en los corazones.
En ese lugar, siempre estamos presentes, las distancias se mantienen unidas y las uniones cálidas perviven intactas, plenas, exultantemente activas.
En un lugar al que todos tenemos acceso, de cuyo nombre no quiero acordarme…
Sólo sentirlo, vivirlo…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 10/12/2017