Entre juncos
Entre juncos, de verde madera y enebro, te veo caminar.
Silueta esbelta. Flor delicada que dejas en el aire esa estela de forja templada, fuego de savia interior, dulce.
Cuando te acercas, tu mano me sujeta, aunque me permite llevarte y danzante a la luz de la luna.
Entre juncos y musgo, de verde madera y enebro cuentan que un tornado fue pintando la marisma de naranja y de azahar,
a medida que las pisadas de espiral iban dejando huella sobre el alma de la tierra…
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 01/08/2018.