Donde las palabras duermen
Donde las palabras duermen, aparecen castillos, de arena, de flores para regalarte, en silencio. Y con una sonrisa.
Sonrisa sincera, amable, embustera.
Embustera por no ser una simple sonrisa, ni tan siquiera amablemente entregada.
Pero hay embustes que no lo son para el alma, que es capaz de extraer la esencia que subyace bajo el teatro de la vida,…
Y cimentando la sonrisa percibe el gozo.
Y bajo la amabilidad, la entrega sin condiciones.
Castillos, de arena, que se crean preciosos con cada sueño no pensado, sentido.
Que se desmoronan y vuelven a construir cada vez que el viento nos invita a cantar, creando una nueva canción para honrar el gozo presente, o el dolor… ausente.
Una y otra vez, con la misma intensidad que el primer día, con la misma vitalidad que el último día…
Allá donde las palabras duermen te espero, con una sonrisa amable.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 08/12/2017