Soledad
Así te percibes, en soledad abrumadora.
¿Dónde está, dónde se encuentra el amor que te falta?
Un entorno afectivo en el que estar insertado.
Un día a día sereno, vivido en paz.
Vivencias nuevas, sentidas como oxígeno renovador, como el respirar mismo en una pradera primaveral.
Actividades, ilusiones, que resuenan naturalmente en uno, sin tener que forzar nada, sin necesitar esperar algo.
Insertados en la vida, conscientes de ello, pendientes del momento y, al mismo tiempo, dejándolo partir…
Camino de reencuentro, consigo mismo, con ese vacío en soledad que paulatinamente nos va llenando…
Hasta ese instante en el que simplemente no estamos ni medio vacíos, ni medio llenos…
Instante, en el que nos encontramos en equilibrio, engarzados en la obra natural de la vida.
Como una pieza más del puzle terrenal y celestial.
Lo veo en tus ojos.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 05/11/2017