Espérame
Aguarda a que mi momento llegue.
Como la luna llena cada 28 días.
Como la primavera cada año.
Deja que el tiempo se lleve todo el tiempo, las horas, los meses y los días.
Recuerda el estribillo que ronrroneas cuando te acuerdas mientras te meces, en un recuerdo que te conmociona, que no comprendes, pero te insufla vitalidad, certeza.
Tal vez, tu Espíritu sea el que te conmina, el que te serena, el que te dice confiadamente:
Espera.
Toda una eternidad, si es necesario.
A veces, te escucho en mi interior.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 02/01/2018.