Cascadas bajo un beso
Cascadas en las que me empapo, revivo, adormezco mis sentidos y reaparecen intensificados, dulcificados en ti.
Agua que cae, gotas ínfimas que construyen imperios de sensaciones como ladrillos de una morada que se levanta hasta el infinito. Sólida, robusta. Delicada y sutil, sólo con oír tu latido en mi pecho.
Levanto mi cuerpo, ojos cerrados apoyando la nuca en el cuello, en tu espalda, en ese arroyo de millones de microscópicas partículas de lluvia regeneradora, nebulizadas, que claman, suplican, impregnarse en un único cuerpo, alquimia en el Espíritu.
Por tus ojos, por una canción.
Borrados, en un relampagueo de brillo, aquel que lo explica todo, mientras desaparecemos cómplices y despiertos en la eternidad.
Con un beso.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 02/01/2018.