Azules
cuando estás a mi lado.
De estrellas cubierto, cielo de verano, con mantas sobre los hombros, de calor entrelazado.
Rumbo compartido, sobre el lomo de estrellas fugaces.
Ya no me canso, sino descanso, compañera del alma.
El traje sideral sobra ya, ligero, en compañía certera.
La respiración se vuelve sosegada, sin escafandras de miedo, en confianza, subiendo en vuelo de aeroplano silencioso, verdadero.
Auténtico galope, caballo blanco, de crines lacias, sin montura.
Pegaso, luz de luna.
Alción, flor de la galaxia.
Noches de blues
azul en la gema que alberga tu pecho,
desde incluso antes de que nacieras.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 05/08/2018.