El hombre de las palabras
que llena de abrazos tus labios,
en cuanto te despistas…
De palabras. Bien construidas, delicadas. De timbre, modulado y engarzado en partitura andante cuando resuenan con la brisa matutina en esos, tus oídos atentos, al despertar…
Hombre de Palabra.
Y todos los versos,
todos los gestos
se reducen a una sola…
iluminada en tu interior
al cerrar los ojos.
Y sonríes abiertamente. Plena.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 08/08/2018.