Góndola púrpura
Entre canales que vienes y vas.
¿Qué me quieres decir…
O… Deseas contar?
Por la mañana, la tarde, o quizás la noche…
Eres libre. Exprésate aunque sepas que te desenvuelves en una ciénaga.
Entre pilotes trenzados, Renacimientos empedrados de vete a saber tú qué cimientos de aires consolidados.
Habla por encima de los finos paños, del pan de oro dorado que te decora.
Entre máscaras de carnaval y teatro encuentra esa brisa que extiende como un lecho de fragancia y flores sencillas hacia el centro en tu pecho desde donde extraes la vida, tu vida auténtica.
Respírate y escúchate mientras te hablas,… Directa. A tu corazón. Te estremeces…
Claro. Siempre has sido tú bajo esa piel de anfiteatro.
Timonel de góndola, bajo la cúpula de estrellas.
Bajo la influencia del sol y del influjo lunar.
Ahora que te sabes libre…
La función ha terminado.
Di adiós a Venecia.
Recibe el don de la vida y regala tu máscara a la noche
para que retorne lejos, al mundo de los sueños caducos entre canales de otro tiempo…
Eres libre.
Regresa al valle. A los pastos verdes. A las montañas altas que desde siempre te han cautivado.
Y vuela. Como tú sabes.
Con el vuelo púrpura de la vida.
© Roberto Sastre Quintano.
Madrid, 26/03/2018.